Realista, envolvente y sugestiva, con sus detalles de carácter naturalista, transporta a la imaginación hacia un mundo floral en el que la realidad de los pequeños arbustos de boj erizados se encuentran con la magia del fresco figurativismo y del seductor potencial expresivo de Slamp. Los reflejos de pétalos juegan con la luz y se pierden en las paredes de cada interior, transformando en un embrujo las secuencias de sombras y reflejos proyectados en el espacio.